La televisión peruana solo entrega veneno y malas artes, el chisme de Magaly Medina se convierte en la cena de los peruanos, quiénes la coronan como la de mayor sintonía en el Perú.
Este estado de cosas solo nos lleva a colegir que el embrutecedor efecto de Magaly Medina sobre la gente es benéfica para sus jefes extrangeros que han logrado agrupar luego de comprar a medios que debieran servir mejor a la población.
ATV se ha anexado a medios tan importantes como PeruTV, el único y último canal de provincia que ahora está integrado al monstruo del chisme.
Es peligroso contar con monopolios que no se preocupan por cumplir una función más trascendente para la población y es que ni peruanos son. Magaly Medina en éste contexto es solo un peón más del terrible embrutecimiento.
César Hildebrant a pesar de ser esclarecedor y una de las últimas luminarias de la intelectualidad peruana no tiene los privilegios de la chismosa, ya que no sería útil a los intereses de los extranjeros
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